El proyecto Canillejas Comunitaria pone el foco en la juventud del barrio

Uno de los elementos clave que se están atendiendo desde el proyecto Canillejas Comunitaria es el fomento de la participación en las y los jóvenes, tanto en su vida cotidiana y vecinal, como en la vida laboral, que tan importante es para el desarrollo de los objetivos de vida, sobre todo si tenemos en cuenta el fuerte impacto del desempleo juvenil.

Canillejas Comunitaria es un proyecto comunitario para el barrio de Canillejas que intenta fomentar relaciones y participación de sus vecinos, mejorando la convivencia intercultural, mientras desarrolla entre las vecinas y vecinos las habilidades y competencias necesarias para la participación.

Así, el grupo de jóvenes con los que el proyecto de Canillejas Comunitario trabajó la semana pasada, se autodefinió como ninis, de la siguiente manera: “Los ninis somos consecuencia directa de que las empresas y el Estado hayan discriminado a la juventud hasta tal punto, que somos materia prima más barata y sustituible”.

 

Ante una definición tan arrolladora, el grupo de jóvenes trabajó sobre los dos elementos que causaban esa exclusión: el empleo (con las empresas como protagonista de su discriminación) y la participación (con el Estado como forma de organización de la sociedades modernas).

Al analizar el trabajo se vio la necesidad de hacer efectivos y conocer los derechos, analizando las obligaciones y conociendo las fuentes de dichos derechos y obligaciones. El grupo dio gran importancia a los descansos diarios, semanales y vacaciones, pues consideraba que era una manera de mantener la salud y la calidad del trabajo realizado, que impedía conflictos en el trabajo y que aseguraba la estabilidad y la calidad. Analizaban que precisamente los nichos de empleo a los que optaban tenían rasgos precarios, o se vulneraba en ellos derechos laborales como los descansos, las vacaciones o los horarios diarios.

A su vez, para participar de la vida el grupo analizó la necesidad de empezar procesos colectivos, allí donde se compartieran preocupaciones y necesidades. A las dificultades que tienen para participar como iguales en las sociedades modernas se vuelve a sumar su precariedad laboral que les excluye de parte de la participación, del acceso a la vivienda, etc. Por ello, el propio grupo y de forma natural definió el trabajo como una necesidad que motive la participación. La alternativa a la precariedad es la autogestión, la prestación de servicios entre los miembros del grupo… “nos lo montamos nosotros”. Así, la participación fue percibida por el grupo como una salida grupal para una necesidad compartida: el trabajo. El grupo no definía la salida como emprendimiento, sino como autogestión.

Desde aquí aprovechamos para dar las gracias a toda la juventud que participó en una sesión tan interesante y reveladora.