Reflexiones sobre el papel futuro de la mujer en la tecnología
Hemos avanzado mucho y seguimos avanzando, sin duda, pero ser mujer y ser programadora informática, lo miremos por donde lo miremos, aún hoy en día, en pleno año 2020 sigue suponiendo ser una minoría. Y si a esto le unimos que esa mujer sea madre, sea inmigrante, sea mayor de 35 años….. podemos hablar de la minoría dentro de la minoría.
En el siguiente artículo haremos una breve recorrido y reflexión en torno a la brecha digital y de género y de cómo esta ha ido evolucionando y puede pasarnos desapercibida sino tenemos un sentido crítico de aproximación a la literatura y los datos que los estudios de uso y consumo de las TIC por parte de mujeres y hombres nos arrojan.
¿Por qué hablar de este tema? Las tres brechas digitales de género
Cada vez, todo parece indicar, que son mayores el número de niñas y jóvenes que hacen uso de las TIC, las vemos a diario usando sus teléfonos móviles, realizando compras online, jugando a videojuegos, generando contenidos multimedia (imágenes, vídeos, etc.) Entonces… ¿por qué un artículo de este tema? ¿Es que sigue existiendo brecha digital de género?
Pues el tema no es tan simple como parece ya que “la brecha digital de género ya no es un problema ligado al simple acceso y uso de las TIC, persiste y se agrava a pesar de accesos y usos cada vez mayores” (Gil-Juarez, Vitores, Feliu y Vall-llovera, 2011) y es que como señala Cecilia Castaño, la brecha digital de género “está relacionada con el dominio masculino de las áreas estratégicas de la educación, la investigación y el empleo relacionado con las ciencias, las ingenierías y las TIC” (Castaño, 2008,10)
Así pues, muchos autores y autoras comienzan a hablar ya de la existencia de tres brechas digitales; mientras la primera brecha digital haría referencia a la diferencia de acceso a las tecnologías; la segunda brecha se referiría a la diferente intensidad y pautas de uso de las mismas; y, en último lugar, la tercera brecha, se referiría al diferente uso de las aplicaciones más avanzadas e innovadoras de Internet. (Castaño, Martín, Vázquez y Martínez, 2008)
Las brechas digitales y la brecha de género ¿En qué punto estamos?
Es curioso comprobar cómo, también en el uso de las TIC, parece que la historia se repite. A pesar del avance en el uso de las mismas por parte de las mujeres los datos muestran que vamos detrás de los hombres en el camino por reducir las tres brechas.
Según el informe de la e-igualdad en España de 2015 del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades:
– Las nuevas generaciones son determinantes en la universalización del acceso en igualdad de oportunidades. La población joven es la que accede al material tecnológico con mayor facilidad y lo hacen sin apenas diferencias entre hombres y mujeres.
– Se afirma que la brecha en el uso menos frecuente de los dispositivos TIC prácticamente se ha superado.
Sin embargo, esta afirmación, nos parece demasiado sentenciadora ya que leída así, sin contexto, no deja entrever lo que subyace si se analizan sus indicadores con una mayor apreciación. A la vista de los datos que se aportan en el mismo estudio vemos cómo habría que matizar para que muestre una realidad que se traslada de lo offline a lo online.
(Situación de la e-igualdad en España, 2015: 52)
Podemos ver que tanto mujeres como hombres hacen uso de Internet para realizar usos de su vida diaria. Sin embargo, una mirada más “crítica” nos lleva a observar que las mujeres ganan a los hombres en la compra de alimentos, medicamentos, revistas, ropa y entradas para espectáculos. Es decir, amplia mayoría para servicios que tienen que ver con el abastecimiento del hogar. Mientras tanto, los hombres, en algunos casos, doblan el uso que hacen al utilizarlo para la compra de juegos de ordenador y software, equipo informático y electrónico y servicios de telecomunicaciones….
Quizá por esto mismo, más adelante, en el mismo estudio se expone que “las mujeres siguen optando por otro tipo de ramas formativas alejadas de lo tecnológico. Esta falta de presencia femenina en los estudios relacionados con las nuevas tecnologías se traduce posteriormente en escasez de mujeres en esta área profesional. Esta realidad se torna en una importante discriminación en la actual Sociedad de la Información” (2015, 60)
Conclusiones. ¿La brecha de género en las TIC, entonces, aumenta?
Pues eso parece. De hecho, los últimos estudios de e-igualdad confirman esta tendencia ya que sigue aumentando durante los años que se ha ido realizando el mismo.
¿Y cuál es el motivo? ¿No tendría un sentido más lógico que el hecho de que chicas y chicos accedan por igual a los dispositivos, a internet haga que muchas de esas chicas quieran estudiar carreras informáticas?
Así podría parecer que sería el devenir lógico del camino profesional de muchas de nosotras. Sin embargo. caemos de bruces con la tercera brecha digital de género. Es decir, “los usos avanzados, esto es, las aplicaciones de Internet más innovadoras en el terreno de la comunicación y el ocio (…) plantea la decisiva cuestión de la presencia de otra línea de fractura de dimensiones incluso mayores» (Martín Fernández y Fernández Campos: 2010,16)”
Es decir, las mujeres seguimos usando las TIC para realizar tareas tradicionalmente femeninas y es como si usáramos aquello que diseñan, idean y crean los hombres desde su uso de entornos más avanzados TIC y desde sus posiciones en empleos técnicos y de dirección.
Y es que, según Martín Fernández y Fernández Campos (2010,51) “Esta situación puede resultar de particular importancia para explicar la desigualdad de género en la SI, en tanto que afecta precisamente al entorno clave en el que se fraguan y lideran los cambios tecnológicos, económicos y sociales. Si esas aplicaciones no están diseñadas para el apoyo y aprovechamiento del 50% de la población, constituyen una barrera para que la SI contribuya a la igualdad de género. De hecho, la misma existencia de esta brecha pone en cuestión un modelo de SI que, por no considerar suficientes elementos de inclusión, tenderá al fracaso y la no sostenibilidad”
Es decir, si no somos las propias mujeres las que participamos en la ideación, diseño y producción de los elementos digitales y tecnológicos que nosotras mismas consumimos, seguiremos repitiendo patrones y seguiremos siendo invisibilizadas también en las venideras aplicaciones y avances tecnológicos que supongan los nuevos modos de hacer, pensar y sentir la sociedad. Y, por tanto, seguiremos inmersas en los escenarios que los hombres planteen para nosotras y las que vendrán detrás de nosotras.
Bibliografía
ARENAS, R. (2011) Brecha digital de género: La mujer y las nuevas tecnologías. Anuario de la Facultad de Derecho (Universidad de Alcalá), 2011, no. 4, p. 97-125. ISSN 1888-3214
CASTAÑO COLLADO, C. Las mujeres y las tecnologías de la información. Internet y la trama de nuestra vida. Madrid, Alianza Editorial. 2005. – La segunda brecha digital, Ediciones Cátedra, Madrid, 2008
GIL-JUAREZ, A., VITORES, A., FELIU, J. y VALL-LLOVERA, M. (2011). Brecha digital de género: Una revisión y una propuesta, en Barrios Vicente, I. M. (Coord.) Mujeres y la sociedad de la Información. Revista Teoría de la Educación: Educación y Cultura en la Sociedad de la Información. Vol. 12, nº 2. Universidad de Salamanca, pp. 25-53 [Fecha de consulta: 05/10/2020]. http://campus.usal.es/~revistas_trabajo/index.php/revistatesi/article/view/8272/8276
SITUACIÓN DE LA E-IGUALDAD EN ESPAÑA (2015) Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Madrid
[Fecha de consulta: 05/10/2020]
Disponible en https://www.inmujer.gob.es/areasTematicas/SocInfo/Estudios/docs/SituacionEigualdad2015.pdf
MARTÍN FERNÁNDEZ, J. y MARTÍNEZ, J.L., (2010) Las brechas digitales de género en cifras: descripción de la e-inclusión en España en: La brecha digital de género – Amantes y Distantes. CASTAÑO COLLADO C., MARTÍN FERNÁNDEZ, J., MARTÍNEZ, J.L., VÁZQUEZ CUPEIRO S., UCM informes
By: Área de Innovación y Tecnocreatividad Social de La Rueca Asociación