Aprender habilidades de trabajo en equipo contribuye a la inserción sociolaboral

Desde el proyecto de Unidad Distrital de Colaboración de Retiro gestionado por la Rueca Asociación y dependiente del Área de Coordinación territorial, transparencia y participación ciudadana del Ayuntamiento de Madrid, se desarrollan actuaciones que contribuyen a la regeneración urbana del distrito, favoreciendo la inserción socio laboral de jóvenes en situación de vulnerabilidad.

Dentro de las acciones destinadas a la inclusión socio laboral, existe un programa formativo orientado al empoderamiento para el empleo y a la mejora de competencias y habilidades necesarias para el desempeño de las actuaciones.

Entre las competencias básicas que se tratan, se considera imprescindible practicar herramientas para el trabajo en equipo, tan valorado en el mercado de empleo actual. Y de los beneficios que aportan, se destacan tanto la eficacia en el cumplimiento de objetivos, como la confianza y satisfacción individual de las personas que lo integran.

¿Pero, a que llamamos trabajo en equipo?

Existen diferentes enfoques y métodos en este ámbito, sin embargo es común la importancia de compartir objetivos, poniendo en acción los diferentes roles y saberes que nos permitan lograr un trabajo de calidad. Y al mismo tiempo, atender al cuidado de las personas y al proceso en el que se desenvuelve.

Otros valores que aporta el trabajo en equipo pueden ser:

La diversidad como fortaleza, capacidad de adaptación y potenciador de la efectividad.

La colaboración y mejora de la organización de las tareas.

Mejora de la comunicación interpersonal y grupal.

Favorecedor de la proactividad y la creatividad basadas en la confianza del grupo.

Cohesión y vínculo de apoyo entre las personas del equipo.

Fortalecedor de la inteligencia grupal y promoción de liderazgos compartidos.

En la UDC de Retiro, el trabajo en equipo se incorpora a través de talleres formativos. Se tratan contenidos específicos que permiten aprender y practicar habilidades y herramientas. Por ejemplo se han realizado talleres sobre roles y dinámicas grupales y sobre habilidades sociales y comunicativas, en el que se estuvo aprendiendo técnicas de Comunicación No Violenta.

Por otro lado y de manera transversal, se practica tanto en la organización como en el funcionamiento del grupo, con espacios para la preparación de las actuaciones, acompañamientos sobre gestión emocional, prevención de conflictos, y sesiones informativas sobre normas y protocolos.

Trabajar en equipo es sin duda una labor no exenta de dificultades y a la que hay que prestar atención continua, pero también es necesaria, gratificante y eficaz para conseguir mayor empleabilidad y objetivos alcanzados.